miércoles, 6 de octubre de 2010

William Eugene Smith

Smith era un hombre cuyo vínculo con sus reportajes iba más allá de la mera relación laboral: Él se comprometía hasta el punto de poner en peligro su vida, se empapaba de todo lo que sucedía en aquel lugar, se convertía en la sombra de cada persona y veía en sus fotos mucho más que imágenes: Una forma de cambiar el mundo. Esta lucha de David contra Goliath le atormentó en vida: Peleando contra la revista Life por los edulcorados textos que ilustraban sus trabajos, y rebuscando sin descanso la foto perfecta entre los miles de negativos que iban acumulándose en su estudio. Murió creyendo que no había conseguido su objetivo, pero las 200 imágenes de la exposición son la prueba real de que sí lo hizo, y con éxito


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